Dentro de lo que es el rock, en el ámbito nacional, existen varias canciones compuestas en repudio a la censura sufrida por quienes volvieron de Malvinas sin recibimiento ni reconocimiento alguno y más aun en repudio a cualquier tipo de guerra, aquí extendemos el ámbito a lo mundial. Estas son solo algunas de las letras que escribieron distintos autores.
NO QUIERO IR A LA GUERRA - Ricardo Espinosa
No creo en las palabras de los gobernantes
mandan a los chicos a que los masacren.
Bajo un cielo rojo la lluvia de bombas,
miles de chicos mueren y miles de madres lloran.
No quiero ir a la guerra, no quiero que me maten
porque soy muy joven para ser un cadáver
Gusano mata-hombres no creas que soy cobarde,
ustedes hacen guerras y nosotros los que caen.
Yo creo en la frontera que rige mi cerebro
y si quieren guerras que peleen ellos.
No quiero ir a la guerra, no quiero que me maten
porque soy muy joven para ser un cádaver.
Y NO VOLVIERON MÁS - Patricio Fontanet
Fué en abril, que empezó a engordarse tu resignación.
Sin saber ni perder ni ganar tu bandera te empezó a traicionar.
Circo y pan (como siempre fué acá) nos prendimos a jugar un mundial
y despues nadie supo saltar por los sueños que se hundieron allá.
Y no volvieron más...y no volvieron.
Fué el alcohol de una bota formal el que quiso ver mis sueños quebrar.
Nuestra cruz no se quiso acordar de los huecos de la lista oficial.
Fué en abril, que empezó a engordarse tu resignación.
Sin saber ni perder ni ganar tu bandera te empezó a traicionar.
Y no volvieron más...y no volvieron.
LA MEMORIA - León Gieco
Los viejos amores que no están, la ilusión de los que perdieron,
todas las promesas que se van
y los que en cualquier guerra se cayeron.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
El engaño y la complicidad de los genocidas que están sueltos,
el indulto y el punto final a las bestias de aquel infierno.
La memoria despierta para herir a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir libre como el viento.
Los desaparecidos que se buscan con el color de sus nacimientos,
el hambre y la abundancia que se juntan,
el mal trato con su mal recuerdo.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
Dos mil comerían por un año con lo que cuesta un minuto militar.
Cuántos dejarían de ser esclavos por el precio de una bomba al mar.
La memoria pincha hasta sangrar a los pueblos que la amarran
y no la dejan andar libre como el viento.
Todos los muertos de la A.M.I.A. y los de la Embajada de Israel,
el poder secreto de las armas,
la justicia que mira y no ve.
Fue cuando se callaron las iglesias,
fue cuando el fútbol se lo comió todo,
que los padres Palotinos y Angelelli
dejaron su sangre en el lodo.
Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.
jueves, 21 de junio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario